sábado, 9 de mayo de 2009

Habrá que matar a Bill,

vuelve a tener más dinero que yo.


No va a ser fácil

que parezca un accidente.


He pensado en ahorcarlo

con el cable de su ratón,

pero seguro que ahora

el roedor que dirige

el cursor por su pantalla

es también inalámbrico.


Otra opción sería

atragantarlo con un tecla

en el desayuno,

pero cuándo se ha visto

que un multimillonario

desayune dientes de teclado

con su café con leche.


Si desayuna café con leche.

Yo lo dudo.


Sólo se me ocurre

adquirir un traje de virus informático

y esconderme en su oficina,

tras los visillos,

para saltar sobre su estructura

cuando no esté atento.


Seguro que así acabo con él,

matándolo del susto.