sábado, 27 de junio de 2009

...para ti, Nacho, donde quiera que estés.


No vamos a tener arena barro piedra
risas sonrisas chascarrillos advertencias
divergencias certeros paralelismos
certidumbres no vamos a tener
balones vasos de cerveza zapatillas
silbatos almuerzos brindis sin componer
o por componer o por descomponer
no vamos a tener con qué rellenar
tu espacio tu caudal sin medida
tu inmenso sequito de luz
presencia omnipresencia humanidad.

No vamos a tener con que llenarte
llenarnos ahora que no estás aunque
tengamos todavía atenazado
tu recuerdo intenso en la garganta
aunque la incredulidad nos haya raptado
la tristeza luego la tristeza nos secuestre
la alegría luego la cotidianidad
termine de arrebatarnos tu recuerdo intenso
nos quedará un vacío siempre enorme
siempre una oquedad inmensa
para siempre tu espacio huérfano vacío hueco.

Nos veremos obligados a buscar
horas días semanas meses años
y no encontraremos nada nada
que siquiera mitigue tu pérdida
reduzca en algo el espacio lugar
que ocupas espacio posición lugar
de tu propiedad tuyo tuyo como
tuyos son nuestro cariño ternura
necesidad de hablarte de escucharte
de tenerte de saberte inmediato próximo
lejano pero saberte necesidad de
no extrañarte de no echarte en falta
de no llorarte de no tener que llorarte.