jueves, 3 de abril de 2008

A una bicicleta

Sé que cuesta.
Sé que te asustan el ruido y los automóviles,
que no diseñaron para ti esta ciudad,
que se te arruga el cuerpo
y desploma el ánimo.

Pero qué quieres,
ayer otra vez en los diarios la temperatura,
otra vez las tormentas y la climatología hecha ciscos,
otra vez escribiendo preocupado en el cuaderno.

No nos queda otra.
No nos queda limpiar la tapicería,
ajustar el líquido de frenos
o comprobar la presión
de la atmósfera en los neumáticos.

Hemos de velar el patrimonio,
asegurar la posición de cada especie,
respetar la hojarasca del otoño.

Sé que cuesta,
te atemorizan los coches,
resultan inquietantes tus tuétanos en la calzada,
pero qué quieres,
ya no llueve en abril,
se retrasan los copos en invierno

y sucede demasiado tarde la primavera.

1 comentario:

Unknown dijo...

y no cuelgas el de las zapatillas deportivas...? me pareció mucho más güeno...!!!