martes, 15 de abril de 2008

No lo cuentes

No lo cuentes,
no se lo cuentes a nadie,
ayer me entró pánico,
me dio pavor la noche
y el futuro
como un ciempiés ponzoñoso...
ayer nocturno y tan sólo
me asustó la tienda de té de la plaza
y los lápices de mi escritorio;
hasta ciertos libros,
que hace tiempo leí,
que me gustaron.

No lo cuentes,
ni se te ocurra,
pero ayer noctámbulo,
tan rematadamente sólo,
no pude cerrar los párpados,
confiando en la cerradura del piso,
y la puerta de la habitación,
parecía separar la habitabilidad
de la demencia;
dividir el planeta en lo certero y próximo
y lo lejano e impreciso.

1 comentario:

marialuto dijo...

Hay veces en que ese pánico a mi también me invade... muchas veces hasta de día y la cosa más nimia me asusta...
Pedro Guerra le pregunta a su padre cuáles son los antídotos del miedo en una canción y la verdad es que no anda desencaminado. El miedo es terrible... nos deberían enseñar cómo vivir con estas cosas y superarlas en el colegio...eso sí sería educación