Una persona en bicicleta
recorre algo más que unos metros,
es un desgarro en la conciencia,
el aliento de un lobo en el invierno,
despierta la ternura
de una despedida
entre amigos de la infancia.
Una persona en bicicleta
está más próxima a la guerrilla que al parlamento,
constituye una sonrisa entre uniformes,
el primer día luminoso de la primavera
y la hoja que primero amarillea en el otoño.
Una persona en bicicleta
proyecta su sombra hasta el infinito
y abre surcos en el más duro asfalto,
es el séptimo de caballería,
el mensaje en la botella,
ríe con la franqueza de un niño
mientras cruza calles, plazas y avenidas
en compañía de su vehículo magnífico.
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1 comentario:
:)
Son bonitos, me han gustado mucho.
A seguir dándole a la pluma y al pedal!
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